sábado, 23 de noviembre de 2013

Lista de algunos Dioses de las tribus africanas

Agoyo
En ciertas regiones de Guinea, se rendía la máxima veneración al fetiche Agoyo, especie de ídolo de buen agüero que se conservaba en la cabaña del brujo principal. Su forma era rarísima, casi inconcebible: una talla de unos cuarenta centímetros de altura, medio hombre y medio sapo, adornada con cintas rojas lo mismo que la vasija invertida que le servía de pedestal. En la cabeza llevaba un extraño tocado terminado en un dardo, constituido por un lagarto bajo una media luna, otro más pequeño y horizontal, un trozo de lanza, plumas, serpientes y más lagartos, todo esto se colocaba en una mesa con tres cuencos y dieciocho bolitas de barro. Para consultar a este ídolo era preciso hacerle un sacrificio acompañado de un espléndido regalo al brujo mayor, que tenía la exclusiva de ese oráculo; si, al verter las bolitas varias veces en los cuencos, salía un número impar, la respuesta era afirmativa y, en caso contrario, negativa.
Yachar
Los malgaches, habitantes de la Madagascar reverenciaban a un dios supremo, benéfico, conocido como Yachar, que carecía de estatuas, culto y demás honores, porque por su bondad, no era preciso propiciarlo, y además sabía lo que era preciso a cada hombre. Yachar tenía a sus órdenes una legión de espíritus benéficos, especie de ángeles de color, a él se enfrentaba el espíritu del mal, Angat, y el mál supremo, Taivadu.
Eweer
Los Achantis de la Alta Guinea creen que Eweer es el cielo visible, que se cubre con un velo azul, y las nubes son sus vestidos o adornos.
Gundya Tikoa
Dios Supremo de las tribus de hotentotes del africa. Creador del primer Hotentote. Como éste cometió inumerables pecados, el dios se indignó y lo maldijo, lo que por rechazo, provocó tal dureza de corazón en los desendientes del primer hombre negro, que no se preocuparon de rendir veneración al Ser divino.
Gundya vive en el cielo, más allá de la Luna, no se preocupa de los humanos ni para bien ni para mal. Y aveces tiene el capricho de pasar temporadas en el mundo, bajo la apariencia de un hermoso hotentote, confundiéndose con los demás y sin que estas estancias terrestress tengan la menor consecuencia o significado.
Horey
El espíritu más importante de la costa occidental de África se llamó Horey, y recibía un culto muy intenso para aplacarle. Se decía que durante las solemnidades que se le dedicaban solía emitir terribles mugidos, señal de que era necesario disponer alimentos bajo un árbol para aplacarle. Si no quedaba satisfecho, se creía que se tragaba a alguno de los asistentes hasta que satisfacía su tremenda voracidad con más manjares, y no faltaba aldorador suyo que afirmaba con toda seriedad haber sido tragado y devuelto por el terrible Horey.
Icanti
Los Cafres del Africa reconocen a un ser supremo de las Aguas, llamado Icanti. Recibía ofrendas de animales, que en lugar de quemarse se arrojaban al agua.
Kanno
Nombre del Ser Supremo, entre los negros de las costas Malgaches como creador de todo lo que existe: creían que todos los bienes dimanan de él. Sin embargo no le concedían una duración eterna. Tendría, por sucesor, otro ser que debía castigar el vicio y recompensar la virtud. Todos los pueblos de esta costa hacen remontar a este dios el origen de la circuncisión, a la cual sujetan hijos desde la edad de seis meses. Aunque el pueblo parezca penetrado de respeto hacia este ser, y que tengan de él una fe muy elevada, hasta el punto de no atreverse a explicarlo, sin embargo todo su culto se dirige a los espiritas de los muertos.
Kosi
Fetiche de los pueblos del Congo, de caracter acuático, ya que de él depende la lluvia, el trueno y el rayo, la pesca y la navegación fluvial, medio principal de comunicación de un territorio exuberante, donde las selvas impenetrables borran todos los caminos.
Este fetiche tiene forma de saco de arena cerrado con dos cuernos y plumas en la parte alta.
Makemba
Los malgaches, habitantes de la Madagascar, veneraban un fetiche llamado Makemba, este cuidaba especialmente del rey y de sus dignatarios, su forma era una trenza de tres cabos atada con una cinta a la que colgaban conchas, huesos, plumas y otras cosas semejantes. Su culto consistía en aspersiones hechas sobre el fetiche y sobre el rey por los brujos, y en la impregnación de un líquido rojo, que también servía para los amuletos y que recuerda el uso del ocre rojo, símbolo de la vida, por los hombres prehistóricos.
Maramba
Era una especie de dios de los habitantes del Congo, especializado en la caza y en la justicia. Ante él juraban los acusados, asegurando su inocencia; si era cierta, no le ocurría nada, en caso contrario caían muertos instantaniamente ante la figura de MAramba, colocada encima de un cesto a la entrada de su templo-cabaña. Se le dedicaban los muchachos en cuanto llegaban a la pubertad, hacia los doce años, y se le ofrecían las primeras libaciones de los banquetes de los personajes importantes.
Mawu
Dios de los Achantis de la Alta Guinea. Mawu tiene dos hijos, Mahov Sodza, bueno, y Mahov Sogblé, malo, que represetan los dos aspectos opuestos de su padre, concebido como ambivalente, caso que recuerda el de otras regiones más desarrolladas, como el brahmanismo indio.
Njamié
Los Achantis de la Alta Guinea tienen como dios a Njamié, divinidad del destino, significa el "resplandeciente", y es a la vez el dios del cielo.
Olucún
Dios de los negros de las regiones de Benín, Togo, Dahomey y parte de las costas del golfo de Gunea.Olucún era un dios marino, del que abundan sus representaciones.
Ovisara
Dios de los negros de las regiones de Benín, Togo, Dahomey y parte de las costas del golfo de Gunea. Dios supremo, creador del universo y de los hombres. Su bondad era tan infinita, que nadie se preocupaba por rendirle culto ni de agradecerle, razgo común a muchos pueblos africanos.
Taivadu
Los malgaches, habitantes de la Madagascar creían en Taivadu, dios que disponía de un ejército de diablos, causantes de todo mal en las enfermedades, la muerte y las catástrofes, apesar de su tamaño diminuto que no excedía un centímetro.
Unchulogu
Los Cafres del Africa, reconocen una especie de ser supremo, el gran espíritu Unchulogu, superior a las almas de los muertos y a las almas de las cosas al que se sacrificaban animales.
Uukulunkulu
Dios de los Zulús del Africa. Salió de un tronco primitivo o de un cañaveral, igual que los hombres. Disponía de la muerte y la vida, se cuenta que envió un camaleón a los hombres con la noticia de que nunca morirían; pero este animal se entretuvo tanto por el camino, que dió tiempo a que el Gran Espíritu cambiara de parecer y mandara al lagarto con la noticia contraria., y se dió tanta prisa que llegó antes que el camaleón, secidiendo así, para siempre, el destino de los hombres.
Los Zulús sienten por esta razón, igual antipatía por los camaleones que por los lagartos.
Yachar

Los malgaches, habitantes de la Madagascar reverenciaban a un dios supremo, benéfico, conocido como Yachar, que carecía de estatuas, culto y demás honores, porque por su bondad, no era preciso propiciarlo, y además sabía lo que era preciso a cada hombre. Yachar tenía a sus órdenes una legión de espíritus benéficos, especie de ángeles de color, a él se enfrentaba el espíritu del mal, Angat, y el mál supremo, Taivadu.

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